El artista español Manel de Aguas (24 años) no se considera 100 % humano. Por eso, en enero de 2020, se implantó dos aletas de silicona que están conectadas a su cráneo por medio de circuitos.
Para entender mejor la identidad de este artista es importante saber que hace parte de la Sociedad Transespecie, una asociación fundada en 2017 y compuesta por personas con dispositivos cibernéticos integrados a su cuerpo.
Harbisson es el primer cyborg oficial, pues, en 2016, el Gobierno de Reino Unido lo reconoció así debido a que posee una antena que convierte las ondas de luz en frecuencias de sonido.
Moon Ribas es una artista española que, desde 2007, empezó a implantarse varios sensores en sus codos y tobillos para detectar sismos.
La primera vez que se empezó a hablar de Manel fue en agosto de 2017, cuando construyó el primer prototipo de un dispositivo que le permitía sentir vibraciones atmosféricas.
Como se ve en sus fotografías de Instagram, en principio se trató de una especie de chip que se colgaba a la cabeza con el uso de una liga.
Pero no fue hasta octubre de 2018 que sus aletas aparecieron. Según describió entonces en sus redes sociales, sus planes eran conectarlas a su hueso temporal (en el cráneo) para percibir la temperatura, la humedad y la presión atmosférica a través de sonido por conducción ósea, es decir, quería tener sensaciones físicas en su cabeza a través de diversos impulsos.
En junio de 2019, cuando el proyecto todavía estaba en desarrollo, le explicó al medio ‘Vice’ que él mismo diseñó las aletas porque “siempre ha tenido interés por las especies marinas, tanto reales como mitológicas”.
En ese momento Manel se consideraba ‘propioespecie’, un concepto que él adoptó para protestar contra “el antropocentrismo de la sociedad actual, que pone al humano en el escalón más alto de una falsa jerarquía de especies”, además de ser una forma para “conectarse con el medio ambiente”, le dijo al citado medio.
Además, añadió que esta denominación era tanto una forma de identificarse como un ejercicio performático de duración indefinida.
Fue así que, en enero de 2020, se sometió a la operación que finalmente lo convirtió en un cyborg. El procedimiento fue realizado en Tokio (Japón), pues varios lugares en España se lo negaron.
CREDITOS PARA: https://www.eltiempo.com/
The Spanish artist Manel de Aguas (24 years old) does not consider himself 100% human. So in January 2020, he had two silicone fins implanted that are connected to his skull through circuits.
To better understand the identity of this artist, it is important to know that he is part of the Trans-species Society, an association founded in 2017 and made up of people with cybernetic devices integrated into their body.
Harbisson is the first official cyborg, because in 2016, the United Kingdom Government recognized him as such because he has an antenna that converts light waves into sound frequencies.
Moon Ribas is a Spanish artist who, since 2007, began to implant various sensors in her elbows and ankles to detect earthquakes.
The first time people started talking about Manel was in August 2017, when he built the first prototype of a device that allowed him to feel atmospheric vibrations.
As can be seen in his Instagram photos, at first it was a kind of chip that was hung on the head with the use of a garter.
But it wasn't until October 2018 that their fins appeared. As he described then in his social networks, his plans were to connect them to his temporal bone (in the skull) to perceive the temperature, humidity and atmospheric pressure through sound by bone conduction, that is, he wanted to have physical sensations in his head through various impulses.
In June 2019, when the project was still under development, he explained to the media ‘Vice’ that he himself designed the fins because “he has always had an interest in marine species, both real and mythological”.
At that time Manel considered himself 'own species', a concept that he adopted to protest against "the anthropocentrism of today's society, which puts humans at the highest level of a false hierarchy of species", in addition to being a way to " connect with the environment, "he told the aforementioned media.
In addition, he added that this name was both a way of identifying himself and a performance exercise of indefinite duration.
Thus, in January 2020, he underwent the operation that finally turned him into a cyborg. The procedure was carried out in Tokyo (Japan), as several places in Spain denied it.
CREDITS FOR: https://www.eltiempo.com/